Es el día de Acción de Gracias, en el año 1998. Kiera Templeton, de 3 años de edad, acude a verla junto a sus padres.
En un momento de despiste de su padre, desaparece entre la multitud. Es New York, y hay millones de personas en ese punto, pero nadie ha visto nada.
En un portal se han encontrado, la ropa que llevaba, así como unos mechones, de pelo, pero es todo.
Las cámaras tampoco han captado nada extraño y eso que es una zona en la que hay muchas cámaras, simplemente Kiera Templeton se ha evaporado.
Se hace una búsqueda por parte de la policia, incluso se llama al FBI, el agente Miller, es quién se encuentra al cargo, pero es Nueva York, donde desaparece mucha gente, y pronto se llega a un punto sin salida.
Miren Triggs, es una estudiante de periodismo, cuando se entera de la desaparición de Keira. De su clase, es la más avanzada, y sabe que la noticia saldrá en prensa mientras se venden periódicos, pero en ella se lo toma como algo personal, y su profesor le aconseja, que una buena periodista de investigación no deja nunca de buscar, y así lo hace ella.
Esta desaparición es extraña, por que no hay pista, no se sabe nada, pero al cabo de cinco años, sus padres reciben una cinta de video VHS, con una grabación en la que se puede ver a una niña de unos 8 años, jugando en una habitación, esa niña es Keira.
Es una novela de misterio, que tiene mucho ritmo, con continuos saltos en el tiempo, y avanzando en la vida de los padres de Keira, Miren Triiggs e incluso la propia Keira. A mi en particular, ha habido algún momento que me he encontrado un poco perdida en el tiempo, pero en todo momento enganchada. Eso sí, recomienda leerla a buen ritmo, para no perder ningún detalle.
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