Antonia Scott no tiene tres minutos. Dos hombres con pasamontañas -y una mujer de rostro amable- se acaban de llevar a su compañero, el inspector de policía Jon Gutiérrez.
Este es el tercer libro de la trilogía. Si no has leído los anteriores, te recomiendo que pares aquí, y los leas en orden, ya que tiene un hilo conductor, te dejo las reseñas de los anteriores, por si quieres verlas antes de decidirte por esta saga, pero te recomiendo que no te lo pienses mucho, te va a gustar.
Rey Blanco
Al ser este el último libro de esta trilogía, nos lleva al desenlace de la trama, pero no te creas que es algo predecible, noooo, al contrario, mantiene la intriga y la intensidad que se ha mantenido en las dos novelas anteriores.
Antonia Scott, pertenece al programa de la Reina Roja, ella es una Reina Roja, por sus grandes capacidades, pero si has llegado hasta aquí, ya conoces a Antonia Scott y su manera de peculiar actuar.
Antonia, tiene una cuenta pendiente, White y Sandra Fajardo, el primero por que le hicieron ver que era un fantasma, pero ella sabe que está detrás de la muerte de su marido, y Sandra Fajardo, se llevó a su hijo.
White necesita demostrar a Antonia, que él es el que manda, que hay algo oscuro sobre la organización Reina Roja. para eso, la va poner a prueba, pero claro, Antonia, no se va a dejar manipular, White tiene que conseguir que ella haga lo que él quiere, así que se ha llevado a su compañero, necesita que ella esté pendiente de él, y entre en su juego.
Qué es lo que quiere White de Antonia?, tranquilx, eso lo vas a averiguar, pero antes, como no, tienen que jugar, le devuelve a Jon Gutiérrez, con una sorpresita, y les va dejando pequeños trabajos, con un mínimo de tiempo, para conseguir mantenerlos en tensión. Tienen una buena razón para resolver los misterios.
Una de las cosas espectaculares, que ha conseguido el escritor, Juan Gomez-Jurado, es que esa tensión e intensidad, la sientes, y necesitas saber más, y claro, no puedes parar de leer.
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