Pablo Hernando, es un afamado arquitecto que durante un viaje en ave, al pasar por el pueblo de Pozonegro, ve un desangelado cartel de SE VENDE, en un edificio feo, sucio y viejo, pero no se lo piensa dos veces, quiere ese piso. Así que se baja del tren, y de su propia vida, para comprar ese piso.
El piso es de Benito, un macarra venido a menos, que cuando ve que el piso se lo van a comprar con dinero metálico, y en un instante, no pone ninguna pega, pero después cree que le han engañado, y que Pablo, ha pagado demasiado poco, por lo que pretende cobrar lo que él considera buen precio.
De esta forma tan radical, Pablo Hernando cambia de casa, de vida ... sin avisar a nadie, sin llegar a su destino. La falta de información provoca un caos en su despacho.
Pablo necesita no dejar rastro de sus movimientos, así que empieza a trabajar como reponedor en unos grandes almacenes, donde trabaja también su nueva vecina, Raluca, de hecho es ella quién le ha conseguido ese trabajo.
Raluca no entiende mucho a Pablo, pero no le hace falta, le parece guapo, apuesto y ella que es un poco fantasiosa, todo unido, empieza a imaginarse una bonita historia, será real? o sólo pasará en su cabeza?.
De qué huye Pablo? por qué quiere pasar desapercibido? Estas preguntas tienen una respuesta sorprendente y hacen que el libro vaya cogiendo ritmo, ya que a mí, al principio se me hizo un poquito pesado, la escritora, Rosa Montero, es muy descriptiva con los escenarios .. , esto hace que sea lento, pero después no podía parar hasta terminarlo, y me ha dejado muy buen sabor de boca.
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