SINOPSIS
Mario, es despedido de su trabajo en una librería, y ahora se pasa 8 horas en el metro, como si fuera su jornada laboral. Allí, encuentra un papel en el suelo, con algo escrito, que le lleva a pensar que es la lista de la última compra que uno hace en la vida.
Este papel, se lo tiene que enseñar a Damian, que fue aspirante a escritor, que este a su vez pide ayuda a Claudia, que se dedica a suplantar a algunos autores en las redes sociales.
Hay una marca en papel, que resulta familiar, y es un hilo del que tirar, para poder descubrir a quién pertenece esa nota. Se meten de lleno en la investigación, que les lleva a Olvido, una bibliotecaria complice, Aurelio un policia que siente pasión por la literatura.
Mientras estos personajes urgan en vidas ajenas, haciendo de detectives, se encuentran con otros personajes, cuanto menos peculiares, como Misha, que mantiene un lucha con su identidad sexual, que comparte aficiones con Antonio, Bea y Zhora, y por último Mar, una anciana de 99 años, que vive cerca del mar.
Un puzle de personajes, con muchos matices, y que cada lector puede interpretar.
OPINIÓN PERSONAL
Este puzle de personajes, que para algun@s puede ser interesante, a mí me acabó haciendo un lío, que ya no sabía quien era quién, ni qué es lo que ocurría. Por lo que como se suele decir, estaba más perdida que un pulpo en un garaje.
La novela se me hizo larga, lenta y densa. Cierto, que la terminé, la verdad que no suelo dejar libros a medias, pero esta novela cayó en mis manos por casualidad, pero no me parece una lectura entretenida.
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